anfibio [
an-fi-bio]
(Esta palabra proviene del latín amphibĭus, y este del griego ἀμφίβιος).
[adjetivo] [sustantivo] Aplícase en
sentido estricto de animales
cuya vida discurre en el
agua y en la
tierra firme.
- [adjetivo] Dícese de los vehículos que pueden
caminar por tierra y
agua.
- Se aplica a las plantas que pueden
crecer en el
agua o
fuera de ella.
- [sustantivo masculino] [plural]
Clase de vertebrados, cuyos miembros, llamados
también batracios, viven
durante la
fase larvaria en el
agua, y
sobre tierra firme cuando son adultos. Presentan
piel desnuda y
húmeda, a
través de la
cual se efectúa
un importante intercambio de gases,
pues la
respiración cutánea suplementa de
manera importante la pulmonar,
muy rudimentaria en
este grupo. Algunas especies carecen de patas, otras poseen pequeñas patas que
les permiten
marchar con lentitud, y en el
grupo de los anuros las extremidades posteriores
son grandes y potentes, adaptadas al salto; la
carencia de
cola es
característica también de los a. saltadores. La
mayor parte de las características de los a.
se explican
por su parcial adaptación a la
vida terrestre: muchos de
sus órganos pueden considerarse
como transformaciones de las correspondientes estructuras de los peces, en el
sentido de adecuarse
mejor al
ambiente extraacuático. Ejemplos de ello
son las extremidades, derivadas de las aletas de los peces, y convertidas en órganos marchadores, o los pulmones, modificaciones de la
vejiga natatoria de
sus antepasados, gracias a los cuales pueden
aprovechar el
abundante oxígeno del aire. Otros rasgos
son consecuencia de las transformaciones antedichas, o representan adaptaciones de
menor importancia;
por ej., el
paso de la
respiración branquial,
característica de las larvas, a la pulmonar,
propia de los adultos, implica la desaparición de algunos de los vasos
cuya función inicial era llevar sangre a las branquias;
consecuencia de ello es la
adquisición de
un corazón con tres cavidades y la
reducción de los
seis arcos aórticos larvarios a dos. En
este grupo aparece
además el oido
medio de los vertebrados, derivado de la
hendidura branquial que los peces poseen
tras las mandíbulas (espiráculo); esta
adquisición está encaminada a la
recepción de los sonidos que el
aire transmite.
Por otra parte, los a. conservan muchas de las estructuras —como el
sistema nervioso o los riñones, de
tipo primitivo— típicas de los peces;
su adaptación a la
vida terrestre es,
por lo tanto,
incompleta. El
aspecto en que
mejor se aprecia esta
adaptación parcial es el
ciclo biológico. La
mayoría de los a.
son ovíparos, y depositan en el
agua los huevos; éstos
son de
pequeño tamaño y,
generalmente numerosos, a
menos que sean
objeto de cuidados protectores peculiares
por parte de los padres, en
cuyo caso su número puede
ser menor. De los huevos salen larvas que, en el
caso de los urodelos, poseen patas y branquias externas, y en el
caso de los anuros,
sólo tienen branquias externas al
comienzo de
su desarrollo:
después se hacen internas, y la
larva queda convertida en el
característico renacuajo. Los renacuajos,
tras una fase de
duración variable
como animales acuáticos, sufren la
metamorfosis, regulada
por un mecanismo hormonal, y
se transforman en adultos,
luego de
perder la
cola y las branquias y de
adquirir patas (en el
caso de los anuros) y pulmones. El desarrollo
posterior consiste exclusivamente en
un aumento de
tamaño. La
evolución de los anfibios puede reconstruirse, al
menos de
manera parcial, a
partir del periodo devónico. Los primeros a. parecen
haber sido los ictiostégalos, de
aspecto algo pisciforme, que habrían derivado de peces de aletas lobuladas (→crosopterigios). De éstos, surgieron probablemente dos ramas,
una constituida
por formas macizas,
generalmente de
gran tamaño, que
se expansionaron
durante los periodos
carbonífero y pérmico, y que comprende los animales designados colectivamente
como →laberintodontos, y
otra integrada
por formas menores,
más esbeltas, a las que
se aplica el
nombre colectivo de lepospóndilos. Los primeros habrían originado
no solamente los actuales anuros,
sino también los reptiles y vertebrados superiores,
mientras que los segundos, al
parecer, estarían relacionados
con los actuales urodelos.
No todos los autores
se hallan de
acuerdo en esta
interpretación, a
pesar de
su generalidad. Los grupos actuales
son de
origen reciente,
no remontándose
más allá del jurásico. En la
actualidad, la
clase de los a. engloba
unas 3 600 especies, distribuidas en
unas 25 familias y en
tres grandes grupos, los →ápodos, carentes de patas
durante toda su vida, los urodelos o caudados, marchadores, provistos de
cola, y los →anuros, que carecen de
cola y poseen extremidades saltadoras. Los anfibios
se hallan distribuidos
por todo el
mundo,
siempre cerca de las zonas
con agua dulce.
No existen especies marinas,
ni propias de las regiones polares, y
son muy escasas en las islas oceánicas, en las altas montañas y en las áreas de
clima muy seco. En España existen 23 especies de anfibios.
[adjetivo] [sustantivo] Dícese de los animales que, indistintamente, pueden
vivir dentro del agua y
fuera de ella.
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