artrópodo [
ar-tró-po-do]
(Esta palabra proviene del griego ἄρθρον, articulación, y ‒́podo).
[adjetivo] y [sustantivo masculino] Dícese de animales pertenecientes al
tipo de los artrópodos.
- [sustantivo masculino] [plural]
Tipo de estos animales,
uno de los
más importantes
entre los que comprende el
reino animal. Comprende
del 80 al 90% de las especies animales descritas y
sus miembros ocupan los
más diversos ambientes; muchos de ellos revisten,
además,
gran importancia económica o
sanitaria.
Se caracterizan
por poseer el
cuerpo revestido
por un caparazón rígido de
quitina, que
si bien constituye
una eficaz protección, implica
también dificultades en el
crecimiento y en la
locomoción.
Dado que el
crecimiento continuo es
imposible,
se desprenden periódicamente
del caparazón y regeneran seguidamente
otro mayor, creciendo en el intervalo;
este proceso se llama muda, y parece
depender de mecanismos hormonales.
Otro problema derivado de la
posesión del caparazón es la
imposibilidad de
alcanzar tamaños excesivamente grandes
por ser la
armadura quitinosa
demasiado pesada. El
mayor de los conocidos,
un cangrejo japonés, tiene
una envergadura de
casi 3 m,
pero el
cuerpo es relativamente pequeño; en el
otro extremo, muchos arácnidos
del grupo de los ácaros tienen dimensiones microscópicas. La
envoltura quitinosa impide
también la
movilidad,
por lo que a intervalos regulares
se halla interrumpida
por segmentos flexibles, que separan las distintas piezas (artejos) de la
armadura. El
cuerpo está construido, en
consecuencia,
como una sucesión de segmentos,
siempre menos de 25,
cada uno de los cuales
se encuentra rodeado
por un anillo de
quitina.
Del segmento sobresalen los apéndices,
cuando existen, organizados de
acuerdo con el
mismo plan, es
decir,
como una sucesión de artejos revestidos de
quitina, y modificados de maneras
muy diversas, de
acuerdo con su función. Los anillos vecinos pueden fusionarse, dando
lugar a la
aparición de regiones diferenciadas en el
cuerpo. Estas regiones
son, en
principio,
tres, la
cabeza, el
tronco y la
cola o telson,
pero pueden subdividirse o fusionarse de diversas maneras.
Por ej., el
tronco puede dividirse en
tórax y
abdomen, y éste a
su vez en preabdomen y postabdomen. El
tórax puede fusionarse
con la
cabeza,
como ocurre en los arácnidos y en muchos crustáceos, dando
lugar al
cefalotórax, etc.
Cada una de estas regiones puede
conservar su segmentación
externa, o perderla
por fusión de los anillos. La
anatomía interna es relativamente
compleja. El
aparato digestivo
forma un tubo que recorre el
cuerpo en
toda su longitud, y está provisto de dilataciones, a
manera de buches o estómagos, de glándulas digestivas y de sistemas excretores en algunos grupos. El
aparato circulatorio consiste en
un corazón dorsal, en
forma de
vaso con estrechamientos periódicos, y
un sistema de lagunas sanguíneas que bañan directamente los órganos; los pigmentos sanguíneos varían en los distintos grupos: hemocianinas, hemoglobinas, etc.; en la
mayor parte de los insectos
no se han detectado estos pigmentos. La
respiración es
branquial en las formas acuáticas (crustáceos, merostomas) y en las aéreas es pulmonar (ciertos arácnidos) o traqueal (miriápodos, insectos). El
sistema nervioso es
parecido al de los anélidos,
pues consiste en
una doble cadena nerviosa ventral,
con un par de ganglios nerviosos en
cada segmento. En la
parte anterior dicha cadena forma un anillo en
torno al
esófago,
para ir a enlazarse
con el
cerebro, el
cual en algunos insectos alcanza
gran desarrollo. Los órganos de los sentidos
son tan variados
como el
mismo grupo, siendo los principales los ojos simples (arácnidos, algunos miriápodos) o compuestos (insectos, crustáceos, miriápodos), y las antenas. La reproducción es
casi siempre sexual, y el hermafroditismo es
raro. La
mayor parte son ovíparos y
su desarrollo
se realiza,
bien a
través de simples mudas,
bien mediante una metamorfosis en la que
se atraviesan
una o varias fases larvarias,
una fase de
ninfa (sólo en los insectos) y
se llega finalmente al
estado adulto. Sufren
metamorfosis los crustáceos y los insectos. La
alimentación es
muy diversa: existen especies carnívoras, herbívoras, parásitas, etc.; muchas
se alimentan de detritos orgánicos, y algunas viven
del néctar de las flores, o de sustancias
como la
madera, el
papel, la
queratina de las plumas y los pelos, e
incluso la
cera, el
vinagre, la
salmuera concentrada o el
petróleo. De
acuerdo con el
régimen alimenticio se modifican las piezas bucales, que
son derivaciones de los apéndices correspondientes a los segmentos cefálicos. En
principio se distinguen dos grandes grupos de artrópodos
con arreglo a
este criterio, los →quelicerados, cuyas piezas bucales
se reducen a
un par de quelíceros, o uñas prensoras, y los →mandibulados o antenados, que poseen mandíbulas capaces de
desmenuzar los alimentos. A estos grupos hay que
añadir el de los →trilobites, exclusivamente fósiles y que pueden considerarse
como los artrópodos
más primitivos. A grandes rasgos, la
historia del grupo puede esquematizarse
como sigue: la
división del cuerpo en segmentos,
característica que los artrópodos comparten
con los anélidos, hace
suponer que los primeros derivarían de
algún organismo semejante a los segundos,
con todos los segmentos
del tronco similares, y provistos
también de apéndices similares y bifurcados.
Un animal de
este tipo daría
origen a los trilobites, de los cuales derivarían a
su vez los dos subtipos actuales de artrópodos. El
más antiguo, el de los quelicerados, aparecería
durante el periodo ordoviciense, y el de los mandibulados
bastante más tarde,
avanzado el periodo silúrico. Actualmente los artrópodos comprenden
nueve clases de animales,
con un número de especies descritas que sobrepasa 1200000.
Se calcula que deben
existir hoy en la
Tierra casi 10000000 de especies, incluyendo las
todavía no descritas.
[adjetivo] [sustantivo] Dícese de los animales invertebrados
cuyo cuerpo viene formado
por anillos heterónomos,
con esqueleto exterior y patas articuladas,
como varios tipos de insectos y crustáceos.
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