acumulador [
a-cu-mu-la-dor]
(Esta palabra proviene del latín accumulātor, -ōris).
[adjetivo] [sustantivo] Que acumula.
- [sustantivo masculino]
Sistema capaz de
almacenar energía y de cederla ulteriormente. En
correspondencia con la
energía almacenada,
se tienen los siguientes tipos de a.: eléctricos, térmicos, hidráulicos, de
vapor, neumáticos o de
aire comprimido y de
energía mecánica. Los
más conocidos
son los eléctricos. En
electroquímica,
un a. es
una pila reversible, es
decir, que puede recargarse
un número indefinido de veces. Los principales a. eléctricos son: 1)
a. de plomo. Consiste esencialmente en dos rejas de
plomo sumergidas en
ácido sulfúrico de
una determinada
densidad y
concentración. El
paso de
una corriente eléctrica determina en el
cátodo la
combinación del ion SO24↑
con Pb formándose
sulfato de
plomo más dos electrones, y en el
ánodo la
combinación de PbO
2 con 4H
+ y
SO24 ↑
con la
consiguiente formación de
SO4Pb y 2H
2O.
Este proceso se denomina
carga del acumulador puesto que ésta es
capaz de
restituir una corriente al
suprimir la
fuente empleada, produciéndose
así la
descarga del acumulador. 2)
Pila Daniell. Consiste, en
esencia, en
un recipiente que contiene en la
parte inferior una solución saturada de
sulfato de
cobre y en la
parte superior una solución diluida de
sulfato de cinc;
ambas soluciones
no se mezclan
dado su distinto grado de
concentración. En la
primera, está sumergida
una lámina de
cobre unida a
un hilo conductor rodeado
por un aislante. En la
segunda solución, está sumergido
un electrodo de
cinc. En el
fondo del recipiente una capa de
sulfato de
cobre sólido mantiene la
solución saturada. Al
enviar iones a la
disolución, el
cinc adquiere
carga negativa mientras que en el
cobre se depositan iones
Cu2+ adquiriendo
así carga positiva.
Si en estas condiciones unimos exteriormente los dos electrodos,
un galvanómetro conectado en
serie señalará el
paso de
corriente. 3)
Pila seca. Consiste en
un recipiente de
cinc, recubierto interiormente
por un diafragma poroso, que constituye el
electrodo negativo. En el
centro del recipiente se halla el
electrodo positivo formado
por un cilindro de
carbón, recubierto de dióxido de
manganeso.
Entre ambos se sitúa el electrólito, de
aspecto pastoso, consistente en
cloruro amónico,
cloruro de
cinc y
serrín. Los iones que provienen
del cinc, pasan al electrólito a
través del diafragma, adquiriendo
aquél carga negativa. Los electrones que llegan al
carbón a
través del circuito externo son captados
por los iones NH
+4, que
se convierten en radicales
amonio NH
4, los cuales a
su vez se descomponen en NH
3, que
con los iones Zn
2+ forman el
ion complejo Zn(NH
3)
2+4. El
hidrógeno es oxidado
por el dióxido de
manganeso.
[adjetivo] [sustantivo] Que acumula.
- Aparato que
almacena energía para utilizarla a
voluntad.
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