bien [
bien]
(Esta palabra proviene del latín bene, bien).
[sustantivo masculino]
Desde un punto de
vista metafísico, el
concepto de b. es
un atributo del ser en
cuanto constituye
su perfección (bien objetivo), aunque también se le considera
un ser o
un valor. De los distintos sistemas filosóficos y
su peculiar manera de
explicar el
ser, provienen las distintas acepciones de
bien.
Pero la
relación de la
voluntad humana hacia el
bien de las cosas,
lo que considera
apetecible o
conveniente, constituye
un bien subjetivo. De la
idea que
se tenga de
bien y
del movimiento de la
voluntad hacia él surgen las diversas concepciones morales (→ética). En el
idealismo ser y b. llegan a confundirse en
una sola entidad: la
Idea de las ideas (Platón), el
Uno (Plotino); la
esencia y
principio del ser es
Bien supremo o
Suma perfección, que constituye el
fin al que tienden todas las cosas, y
por cuya reminiscencia actúan.
Aristóteles,
sin descuidar este sentido ontológico y teleológico, distinguió
una acepción moral, en el
plano del sujeto, y definió el b.
como “aquello que todos desean”. El
cristianismo desarrolló ampliamente
ambos sentidos, personalizó el
Bien supremo en el
Dios revelado, y
así imprimió a la
moral un carácter heterónomo, que intenta
conciliar por la
teoría de la
participación. Kant, en
su idealismo crítico, prescindió de la
noción metafísica de b. y fundamentó
su moral autónoma en la
validez universal de la
buena voluntad,
entendida como un deber ser. El
empirismo y el
utilitarismo entendieron el b. únicamente
como la
satisfacción de los intereses
del individuo,
lo cual constituye
un problema político a
resolver dentro de
cada sociedad. En
filosofía contemporánea, la
noción de b.
se ha reducido al
plano moral, y
aun ésta
se ha limitado a
una cuestión cultural,
ya sea
entendida como un valor alcanzado por el
hombre (teoría de los valores de Max Scheler),
ya sea
entendida como enunciados lingüísticos carentes de
significado por cuanto corresponden a los llamados enunciados exclamativos,
cuya estructura no es
lógica sino emotiva (neopositivismo).
- Lo que
se reconoce
apto para la
satisfacción de
una necesidad y está
disponible para cumplir esta
función. Exige
tres requisitos:
un vínculo entre el
sujeto y la necesidad; la
posibilidad de
utilizar el
bien para la
satisfacción de la necesidad;
por último, el
bien debe ser relativamente
escaso. En
economía, los bienes pueden
ser de
consumo (el
pan,
por ejemplo ) y
se llaman
entonces directos; de
producción (el hierro) o indirectos; duraderos y
no duraderos; complementarios (el
coche y la gasolina); finalmente, sustitutivos (la
mantequilla por la margarina).
- [adverbio modo]
Según es debido,
con razón,
perfecta o acertadamente, de
buena manera.
- Según se apetece o requiere, felizmente, de
manera propia o
adecuada para algún fin.
- Con gusto, de
buena gana.
- Sin inconveniente o
dificultad.
- Bastante,
mucho,
muy.
- Ciertamente, seguramente, de
modo aproximado,
por lo menos.
- Denota a veces
condescendencia o
asentimiento.
- Se usa repetido, haciendo veces de
conjunción distributiva.
- [sustantivo masculino] [plural]
Hacienda,
riqueza,
caudal.
- b. acensuados: los inmuebles gravados
con algún censo.
- b. adventicios: los que adquiere el
hijo de
familia no emancipado,
bien sea
con su trabajo o
por donación o
herencia.
- b. alodiales: los libres de
toda carga y
derecho señorial.
- b. antifernales: los que el
marido daba a la
mujer para asegurar la
dote.
- b. comunales: los que usufructúan todos los habitantes de
un pueblo sin poder enajenarlos.
- b. de abadengo: los situados en el
territorio jurisdiccional de
alguna autoridad eclesiástica, y
por tal motivo se eximían de ciertas contribuciones.
- b. de abolengo: los heredados de los abuelos.
- b. de fortuna: bienes,
hacienda o
caudal.
- b. de realengo: los afectos a tributos y derechos reales a
diferencia de los libres de todos o
alguno de ellos.
- b. dotales: los que constituyen la
dote.
- b. forales: los sujetos a
foro,
derecho real.
- b. fungibles: los que
no pueden utilizarse de
modo adecuado a
su naturaleza sin consumirlos, y
aquellos en
reemplazo de los cuales
se admite legalmente
otro tanto de
igual calidad.
- ó. gananciales: los adquiridos
por los cónyuges
durante el
matrimonio, y que pertenecen conjuntamente a
ambos.
- ó. inmuebles: las tierras, caminos, construcciones y minas,
sus dependencias y derechos anejos, y
todo aquello a que la
ley atribuye la
consideración de
inmueble,
con el
especial régimen jurídico que ello supone.
- ó. mostrencos: los muebles o semovientes que,
por no tener dueño conocido,
se adjudica el
Estado.
- ó. muebles: los que pueden trasladarse de
una parte a
otra sin mengua de
su función,
salvo aquellos a los que la
ley da
consideración de inmuebles.
- ó. nacionales: los que posee el
Estado,
por cualquier título y
razón.
- ó. nullíus: los que
no tienen
dueño.
- b. parafernales: los que lleva la
mujer al
matrimonio fuera de la
dote y los que adquiere
durante él
por título lucrativo, que permanecen
aparte de la
sociedad conyugal.
- ó. raíces: b. inmuebles.
- ó. relictos: los que quedan de
una persona a
su fallecimiento.
- ó. reservables o
reservativos: los heredados
bajo precepto legal de que pasen
después a
otra persona en casos determinados.
- ó. secularizados: los que fueron eclesiásticos y
se han desamortizado.
- ó. semovientes: los que consisten en
ganado de
cualquier especie.
- ó. troncales: los que, a la
muerte de
su poseedor sin descendencia, deben
pasar por ley a los ascendientes, y
no al
heredero regular.
- ó. vacantes: los inmuebles
sin dueño conocido.
- bien a bien:
modo [adverbio] De
buen grado,
sin disgusto.
- bien así como o
bien como: [locución]
conjuntiva.
Así como.
- bien de: [locución]
Gran número.
- bien que: [locución]
Aunque.
- de bien en mejor:
modo [adverbio]
Cada vez más acertada o prósperamente.
- no bien: [locución]
Apenas,
luego que, al
punto que.
- pues bien:
modo conjuntivo que
se usa
para admitir o
conceder algo.
- si bien: [locución]
Aunque.
[sustantivo masculino] Última
perfección de las cosas.
- Utilidad,
beneficio.
- [plural] Propiedades, pertenencias.
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