budismo [
bu-dis-mo]
[sustantivo masculino]
Religión fundada
por Buda como reacción contra el
formalismo ritual de los brahmanes y el intelectualismo
con que pretendían
sustentar sus aserciones.
Dentro de él hay
tres corrientes principales:
hinayana (“pequeño vehículo”), derivada
del b. precanónico,
se caracteriza
por su austeridad, exclusividad y racionalismo, que la hacen
impropia para convertirse en
una religión de masas;
tnahayana (“gran vehículo”),
más tardía,
cuya actitud mística proporciona
una base metafísica al
sentimiento de
solidaridad de todos los seres y que, en
lugar de
aspirar al
nirvana,
como el
pequeño vehículo,
busca la
bodhi (“iluminación”) y la
posibilidad de convertirse en
buddha (“iluminado”);
vajrayana (“vehículo de diamantes”),
aparecida hacia el
siglo VII, promete la
salvación rápida por medio de la
recitación de fórmulas mágicas y
una técnica de prácticas metapsíquicas. La
primera corriente representa la
disciplina moral, la
segunda un elevado
misticismo y la
tercera la
magia.
Cada uno de los
tres vehículos
se dividió en numerosas escuelas,
entre las que es
muy difícil trazar un limite
preciso.
Por su índole universalista, el b. alcanzó
muy pronto prosélitos
fuera de la
India. En Indochina apareció en el
siglo v; en
China,
donde se convirtió en
una de las religiones principales, entró a mediados
del siglo II, y dos centurias
más tarde arraigó en Corea; en el
siglo VII
se convirtieron el Tíbet y el
Asia central; y en Japón,
por obra de misioneros chinos, comenzó a propagarse
desde el
siglo VI. En la
nación nipona es
donde el b. tiene
más fuerza,
tanto desde el
punto de
vista teológico
como desde el
científico. La
religión de
Buda cuenta en la
actualidad con unos 165000000 de adeptos. El “sermón de Benarés” (→Buda) encierra la
esencia de esta
religión, que
se basa en las doctrinas
del “camino medio” y las “cuatro verdades nobles”. El “camino medio” supone
evitar los extremos
del placer y
del ascetismo. Las “cuatro verdades nobles” son: 1) la
existencia es sufrimiento; 2) la
causa de ello es el
apego a los objetos sensibles,
por lo cual hay que
limitar los deseos; 3) hay que
dominar los actos individuales
(karma) para no volver a nacer; 4) la
aplicación del “noble
camino óctuple”, que estriba en
efectuar con rectitud y
conocimiento las actividades humanas de pensar,
decidir,
hablar,
obrar,
vivir, esforzarse,
atender y concentrarse. El
credo del b.
se centra en la
conducta personal, en la que tienen
gran importancia cinco cosas:
materia,
sentimiento,
percepción,
función intelectual y
conocimiento, que
no son inmutables
ni eternos. De ello
se deriva la
noción de la
anatta (“no-alma”), que
ni afirma
ni niega el
alma,
ni tampoco supone que sea
algo trascendente:
se trata de
algo ajeno al
poder de la
causa y
del efecto.
Para librarse de la
cadena de la transmigración, que provoca el
renacimiento futuro,
se prescribe la
abstención de bebidas alcohólicas, la
continencia, la
vida moralmente
recta y la
meditación incansable sobre la
vanidad del deseo.
Así se alcanzará el
nirvana o
realidad permanente e
inmutable,
por completo distinta del mundo cognoscible; es
un concepto indefinible:
sólo puede experimentarse
cuando se ha conquistado la
santidad. El b. es
una religión monástica,
pues se basa en la
necesidad de
meditar y
contemplar en
un proceso intuitivo. Entiende
por monjes a todas las personas que
se apartan
del mundo y aspiran a
alcanzar el
nirvana en
su existencia presente, o en
alguna de las futuras, gracias al
absoluto dominio de la
mente.
[sustantivo masculino]
Religión fundada
por Buda en el
siglo VI a. de J. C.,
muy extendida en
Asia central y
oriental.
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