asiria [
a-si-ria]
(Esta palabra proviene del latín Assyrĭus, este del griego 'Ασσύριος, y este del acadio aššurû).
- Es una
conjugación del
verbo asir. Si lo desea puede consultar la
conjugación completa del verbo asir.
[adjetivo] [sustantivo]
Natural de →Asiria.
- [adjetivo] Perteneciente a
este país de
Asia antigua.
- [adjetivo] [sustantivo] Dícese
del pueblo de
lengua semita y
religión cristiana que habita
dentro de los límites
del Kurdistán, en el
área comprendida
entre los
montes Hakkari, al
SE de Turquía, el
extremo N
del Irak (distrito de Amadiya), al S de los citados
montes, y el
lago Rezaiyeh, al
NO de Irán. Hay
además un cierto número de componentes de
dicho pueblo en las aldeas ribereñas
del Nahr al Khabur (N de Siria) y en las ciudades de la
región transcaucásica soviética,
donde se establecieron a finales de la I
Guerra Mundial. En
total suman
unas 150000 personas, la
mayor parte de las cuales
se asientan en Irak. Al
igual que otros pueblos de la
zona (kurdos, armenios) habían recibido
por parte de los aliados promesas de
conseguir un estado nacional propio,
pero sus aspiraciones
se vieron frustradas al
término del primer gran conflicto internacional y
después fueron obligados a dispersarse y
emigrar.
Su idioma, semítico
occidental, pertenece al
grupo arameo y es
muy parecido al
árabe.
Son nestorianos o católicos uniatos (caldeos).
- [sustantivo masculino]
Lengua de la
antigua Asiria, perteneciente al subgrupo
oriental del grupo semítico. →acadio.
Asiria - Es una
conjugación del
verbo asir. Si lo desea puede consultar la
conjugación completa del verbo asir.
Ant.
región de
Asia, en la
cuenca del Tigris, que correspondía al
actual Kurdestán ruso y al Irak. Tuvo sucesivamente
por capitales
Asur, Nimrud y Nínive. Los asirios, de
probable ascendencia semita,
nos han
legado su historia,
desde el
siglo XX a. C., en numerosas tablillas de
arcilla inscritas en caracteres cuneiformes.
Bajo Tiglatpileser I (principios
del siglo XI a.C.) fundaron
un imperio, conquistando
Babilonia, y sucesivos soberanos —Salmanasar, Sargón, Senaquerib—
lo engrandecieron, alcanzando
su apogeo con Asurbanipal (669-625 a.C.).
Con la
caída de Nínive en manos de babilonios y medos (612 a.C.),
se extinguió definitivamente la
hegemonía asiria. Los asirios fueron
un pueblo guerrero, teocrático y
cruel.
Su religión es
un duplicado de la
babilónica y
su amplio panteón repite el de Sumer y
Acad, en
un fenómeno idéntico al ocurrido en el
caso de Grecia y
Roma. →sumeroacádico.
Arte Los arquitectos asirios conocieron el
arco, la
bóveda y la
columna,
pero el
tipo de
construcción común entre ellos, en
ladrillo policromo, impidió el
adecuado aprovechamiento estructural de tales recursos. La
arquitectura era maciza y monumental; los
zigurat, característicos edificios religiosos, eran torres de
planta cuadrada y pisos escalonados. Los inmensos palacios reales de Nínive y Khorsa-bad
son los que ofrecen las mejores muestras
del arte asirio,
cortesano,
decorativo y
mayestático, desarrollado en el
seno de
una sociedad rígidamente jerarquizada y sometida al
poder omnímodo del monarca. Las paredes gruesas,
con escasos vanos, estaban cubiertas de azulejos vidriados y placas de
alabastro esculpidas en
bajorrelieve, representando motivos religiosos o propagandísticos: dioses, genios protectores, escenas de batallas o de
caza en las que el
rey es el
protagonista central. Las puertas eran guardadas
por genios alados, curiosas figuras esculpidas en
doble relieve,
con cabeza humana,
cuerpo y cuernos de
toro,
tiara,
larga barba y
cinco patas
para ofrecer desde cualquier ángulo la
visión simultánea de cuatro de ellas. La
escultura desprende
una impresión de
fuerza y
severidad. Las figuras humanas —siempre masculinas— están tratadas de
modo hierático y convencional:
ausencia de
intención retratistica,
cabeza de
perfil,
cabello y
barba cuidadosamente rizados, musculatura
muy marcada,
estatura en
consonancia con la
categoría del personaje. En
contraste, los animales están tratados de
modo más libre y naturalista,
con aciertos rotundos
como la bellísima leona
herida de Nínive,
hoy en el
museo Británico.
Muy rico fue el
arte mobiliar;
se conservan numerosas joyas, cilindros grabados, amuletos, armas,
etcétera.
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