cerebro [
ce-re-bro]
(Esta palabra proviene del latín cerebrum).
(Ver también fuga de cerebros).
[sustantivo masculino] Engrosamiento
superior del cordón nervioso de
un animal. En especies inferiores es rudimentario,
pero adquiere
mayor complejidad a
medida que
se desarrolla la
organización del animal;
su máximo desarrollo corresponde a los antropoides. En el
hombre,
se halla situado en la
caja craneana y está dividido en dos mitades: los hemisferios cerebrales, unidos
entre sí por una masa de
sustancia blanca, y el
cuerpo calloso. Los hemisferios están formados
por una corteza de
sustancia gris con unos repliegues, llamados circunvoluciones, que envuelven
sustancia blanca, en
cuyo seno se hallan diversos núcleos de
sustancia gris (núcleos basales). El c. está recubierto
por tres membranas fibrosas, las meninges. En el
espacio formado
por dos de ellas y
por unas cavidades internas (ventrículos), circula el
líquido cefalorraquídeo. El c. está conectado
con todo el
cuerpo, a
través de los nervios craneales y de los nervios de la
médula espinal. En la
corteza se localizan áreas responsables de los movimientos voluntarios, de la
sensibilidad consciente, de la
visión y
audición, de la
memoria, etc.,
así como de funciones propias
del ser inteligente (lenguaje articulado) y, en
general, de la
posibilidad de
retener las informaciones y
elaborar a largo
plazo la
propia conducta. En
su parte interna se integran las sensaciones emocionales y
se hallan los centros de motilidad inconsciente y los olfatorios.
- [figurado]
Cabeza, en
su parte superior;
juicio,
talento.
- c. marino o de Neptuno: nombre que
se aplica a diversas especies de madréporas, de
forma hemisférica y superficie surcada de meandros,
lo que
les da
un aspecto cerebriforme.
[sustantivo masculino]
Parte superior y
más voluminosa del encéfalo,
centro de
todo el
sistema nervioso y
sede de la
inteligencia.
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