burguesía [
bur-gue-sí-a]
[sustantivo femenino]
Clase social que comprende a todas
aquellas personas que
no han de
practicar un oficio manual para vivir,
por disfrutar de medios de
producción propios:
capital,
trabajo ajeno, etc. En la
actualidad, la
creciente complejidad de la
formación social hace
difícil establecer límites precisos a la
definición. En
general,
se entiende que forman
parte de la b. financieros, empresarios industriales y comerciales (alta b. ), dueños de medianas empresas, propietarios rurales acomodados, ejecutivos y altos
cuadros de la industria y el
comercio (b. media), pequeños propietarios de tierras, empresarios modestos, capas de funcionarios de los diversos aparatos
del Estado (pequeña b. ), etc.
Pero esta
diversidad de categorías
dentro de
una misma clase social es
un fenómeno relativamente
moderno. En
realidad, la b. surgió en la
Edad Media al constituirse, en los
burgos o ciudades,
una clase de comerciantes y artesanos libres
cuya vida no dependía de la
tierra, a
diferencia del resto de la
sociedad feudal de la época; a
medida que esta
clase fue adquiriendo
poder y
riqueza, luchó
por un estatuto jurídico propio que
le permitiera
ejercer libremente
sus actividades
dentro de los estrechos límites
del marco feudal. La
llamada “revolución comercial”
del siglo XII determinó el
rápido ascenso de esta b., que en algunas ciudades,
como Barcelona, llegó a
formar un verdadero patriciado
urbano. La
época de los descubrimientos abrió inmensas posibilidades a la b., que vio
un medio rápido de enriquecerse;
sin embargo,
se movía
dentro de
un Estado dominado
por la
nobleza, el
Antiguo Régimen, en
cuyo marco resultaba
imposible desarrollar un mercado interior fluido y
sin limitaciones. En
tal momento comenzó la
lucha de la b.
contra dicho Estado y
sus dueños, la
aristocracia de la
tierra, la
nobleza y todas
sus instituciones. En Inglaterra logró
implantar la
monarquía constitucional (1644) y en Francia la
república, gracias a la
revolución de 1789. A
partir de
entonces, los enriquecidos burgueses comenzaron a
invertir sus excedentes de
capital en la
actividad industrial,
por lo que puede decirse que
desde mediado el
siglo XVIII la b. unió
su suerte a la de la industria, confundiéndose
historia del capitalismo e
historia de la b. a
partir de
esa fecha. En España, el
comercio colonial suscitado
por los descubrimientos
no determinó la
consolidación de la
clase burguesa,
pues ésta invirtió
sus ganancias en préstamos
sobre la
tierra o actuó de
intermediaria de las
casas comerciales europeas.
Sólo en
Cataluña, y a
partir del siglo XVIII,
se formó
un estamento
burgués de
cierta envergadura, que a principios
del siglo siguiente logró
crear una floreciente industria
textil como complemento de
sus actividades mercantiles. Las dificultades que encontró en el
Antiguo Régimen, representado
entonces por Fernando VII, la impelieron a
buscar formas de
Estado más ágiles; el liberalismo prendió en
sus filas,
bien en la
forma moderada de la
monarquía constitucional,
bien en la
del republicanismo
federal. Conseguidas las indispensables reformas
para su desarrollo (sufragio,
limitación del poder de la
nobleza,
liberación de los mayorazgos,
liberación del comercio exterior, etc. ), la b. española
se dedicó, a
partir de
entonces, a
consolidar sus posiciones en el
Estado y en la
economía del país.
[sustantivo masculino]
Conjunto de burgueses o ciudadanos de
clase acomodada.
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