coreografía [
co-re-o-gra-fí-a]
(Proviene de la palabra coreógrafo).
[sustantivo femenino]
Disciplina compleja, dadas
sus múltiples aplicaciones, que organiza y ambienta la
expresión individual o
colectiva reflejada en la
danza. La c. puede
ser descriptiva de formas
ya existentes e innovadora y creativa; y
su cometido puede
recaer en
una o en varias personas. La
base de la
técnica coreográfica, referida a la
expresión corporal, consiste en la
reducción de todos los pasos a la
posición de
partida de los pies, y a la de los brazos, permaneciendo el
cuerpo en
posición vertical.
Se determinan
así cinco posiciones de los pies y
cinco de los brazos; los diferentes movimientos de los miembros y
su situación en el
espacio se explican y
se definen seguidamente
como desarrollos de las posiciones de
partida. La
combinación de ciertas posiciones de piernas y de brazos, formando agrupaciones de
simple marcha,
carrera,
salto, giros, etc., constituyen
síntesis típicas, definidas en términos propios de la c.:
arabesco,
voltereta, trenzado de pies en el
aire, etc.
Del encadenamiento de estas
síntesis resultan las figuras. La
terminología,
descripción de pasos y de
sus asociaciones, figuraciones y gráficos
son objeto de tratados que,
aunque con ciertas divergencias, están de
acuerdo sobre el
fondo clásico de
esos elementos. Es
importante señalar la
estrecha vinculación entre la
música y la danza; la c. representa gráficamente
esa conjunción de elementos sonoros y corporales
según el
método iniciado
por Lorin (1688) en el que
se inscriben las siglas convencionales de los tiempos y de los pasos,
encima o
debajo de las notas musicales correspondientes. La
obra de
Antoine Meunier (1931) expone el
encadenamiento de los tiempos, los pasos y las figuras paralelamente a la
música notada de
un ballet. [sustantivo femenino]
Arte de la
danza.
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