colorante [
co-lo-ran-te]
[participio activo] de
colorar. Que colora.
- [sustantivo masculino]
Cualquier sustancia capaz de
colorear un material. Los c. tienen
gran importancia en
casi todas las ramas de la industria y en
especial en la industria
textil.
Se pueden
dividir en c. inorgánicos y c. orgánicos.
Entre los primeros
se encuentran:
blanco de
plomo o
albayalde (carbonato
básico de plomo),
blanco de
cinc (óxido de cinc), litopón (mezcla de
sulfuro de
cinc y
sulfato de bario),
blanco de titanio (óxido de titanio), ocres amarillos (productos naturales procedentes de la
alteración de menas de hierro), ocres artificiales (obtenidos
por precipitación de soluciones de sales de
hierro con soluciones alcalinas),
amarillo de
cromo (cromato de
plomo solo o mezclado
con sulfato de
plomo o albayalde),
minio (óxido de plomo),
azul de Prusia (ferrocianuro férrico),
azul de Thénard (aluminato cobaltoso),
verde malaquita (carbonato cúprico básico), etc. Los c. orgánicos
se obtienen
generalmente por síntesis y
su aplicación más importante es en la industria
textil.
Para que
una coloración aparezca coloreada es
preciso que absorba ciertas radiaciones
del espectro de la
luz blanca y,
por tanto, reflejará el
color complementario de dichas radiaciones. Los grupos
no saturados,
como —CH=CH—, >C=O, —N=O y —N=N—, presentes en
una molécula, ocasionan la
aparición de bandas de
absorción hacia la
zona visible y
se llaman grupos cromóforos. En
general,
no basta un solo grupo cromóforo en la
molécula para que ésta sea coloreada, es
necesaria la
presencia de varios en
posición conjugada.
También los grupos —NH
y —OH intensifican la acción de un grupo cromóforo, y se les denomina grupos auxocromos. Para que un c. sea utilizable en el tinte de materias textiles debe poderse fijar sobre la fibra; esta aptitud es comunicada la mayoría de las veces por grupos ácidos o básicos existentes en la molécula. Los c. que tiñen directamente se llaman c. sustantivos. En muchos casos se trata el objeto a teñir con una sustancia que tanto con el c. como con la fibra forma combinaciones insolubles; tales agentes de fijación se llaman mordientes, y son generalmente sales de bases débiles, por ejemplo acetato alumínico, de hierro, de cromo y sales de estaño. De esta manera se precipita y fija sobre la fibra el óxido metálico, el cual se combina con los c. ácidos o con los que son capaces de formar complejos, dando lacas coloreadas que no pueden eliminarse de la fibra por lavado. Los c. sobre mordiente van siendo desplazados por los c. de desarrollo, que son producidos directamente en la fibra a partir de sus componentes solubles. Los llamados c. tina son insolubles, pero por reducción dan productos solubles en los álcalis; si se empapa el tejido con la disolución alcalina llamada tina y después se expone al aire, se logra la oxidación, formándose el c. sobre la fibra.
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