australiano [
aus-tra-lia-no]
[adjetivo] [sustantivo]
Natural de
Australia.
- [adjetivo] Perteneciente a
este continente o al
estado homónimo que
lo ocupa.
- [sustantivo masculino] [plural] Dícese de los indígenas melanoides de
Australia, oficialmente llamados “aborígenes”
para distinguirlos de los naturales caucasoides descendientes de inmigrantes europeos. Forman
un grupo racial
característico, perteneciente a la
división australoide.
No se conoce
con certeza su origen,
pero es
muy probable que llegaran al
continente en oleadas sucesivas, procedentes de las islas indonesias,
donde se han hallado vestigios de poblaciones parecidas.
Sus caracteres físicos
más notables son:
estatura más bien alta, piernas largas, pilosidad
corporal abundante,
color de
piel bastante oscuro, decreciente de N a S, ojos hundidos y de
color marrón,
cabello liso y
negro (salvo en algunas tribus
del desierto),
cráneo dolicocéfalo, arcos supraorbitales
muy desarrollados,
acusado prognatismo de la
mandíbula superior y
nariz ancha con perfil recto. En la
época del descubrimiento de
Australia,
su cultura era típicamente
paleolítica,
basada en la
caza y la
recolección. El
único animal doméstico lo constituía el
perro dingo. Habitualmente utilizaba
como armas el
bumerang y el
venablo con propulsor y la
vivienda consistía a
menudo en
una simple cubierta de
enramada.
Sus principales manifestaciones artísticas
son todavía hoy las decoraciones efectuadas en objetos de
uso corriente (armas y utensilios) y las pinturas rupestres de
tema animal (canguros, lagartos, etc. ) y mitológico. Están
muy difundidas
entre ellos las creencias totemistas y celebran ritos de
iniciación. La
llegada de los europeos significó
para estas gentes
un gran trastorno. Las luchas, las enfermedades y el
choque mismo con una civilización superior redujeron
su número, de aproximadamente 300000 a finales
del siglo XVIII, a 60 000 en 1891. A
medida que avanzó la
colonización se replegaron
hacia el
interior del continente. Actualmente,
después de
un periodo de estabilización,
su número ha aumentado (116000, incluidos los mestizos).
Salvo unas pequeñas bandas
del desierto central que viven
según las pautas tradicionales, la
gran mayoría va adaptándose a nuevas formas de
vida, y trabajan
como ganaderos u obreros al
servicio de los
blancos. El
gobierno australiano ha dispuesto
para ellos 320000 km
2 de reservas, ubicadas las principales en la
tierra de
Arnhem, el
desierto Victoria, la
isla Melville y la
costa O de la
península de York. El
problema principal con el que deben enfrentarse es
conseguir la
plenitud de derechos civiles
dentro de la
sociedad australiana. Algunos han tomado
conciencia nacional, creando
sus propios grupos de
acción,
como los “Panteras negras”, imitados de los norteamericanos, que en 1972 provocaron violentos enfrentamientos en Sydney y
Brisbane y reclamaron
del gobierno australiano igualdad, tierras y
una indemnización por los daños causados a
su raza. La
realidad es que los aborígenes tienden a
engrosar el proletariado y subproletariado australianos
con unas duras condiciones de
vida, en
vista de
lo cual las autoridades intentan
poner en
marcha algunos planes que remedien en
alguna medida este problema.
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