agricultura [
a-gri-cul-tu-ra]
(Esta palabra proviene del latín agricultūra).
[sustantivo femenino]
Explotación del suelo con el
fin de
obtener los productos necesarios al
hombre para su alimentación,
vestido y otras necesidades. Constituye
lo que en
estructura económica
se llama sector primario.
Hasta los comienzos de la
revolución industrial
vino siendo el
soporte básico de la
economía,
aunque, a
partir de
entonces comenzó a
perder importancia en
relación con los otros sectores de la
vida económica (industria y comercio), especialmente en los países
más desarrollados. La a. empezó a
ser practicada
por el
hombre del neolítico,
quien, al
principio,
se dedicó al
cultivo itinerante, en
una especie de
existencia seminómada que representó el
primer freno a
su entonces continuo vagabundeo. Posteriormente, las garantías de
subsistencia que otorgaba el
laboreo agrícola indujeron al
hombre a establecerse
con carácter fijo en los lugares
donde el
suelo era fértil y
le proporcionaba la
oportunidad de asentarse y organizarse
social y comunitariamente. Iniciada la
época sedentaria del hombre, la
agricultura cobró
importancia como actividad y pasó a
ocupar un puesto principalísimo en las diversas civilizaciones que
se sucedieron
sobre la
geografía conocida:
china,
india, mesopotámica, egipcia, griega,
romana.
Durante muchos años, los sistemas permanecieron estancados y el
número y
variedad de productos agrícolas que
se conocían
no aumentaron
hasta el
siglo XVI, en que empezaron a
llegar a Europa las naves que regresaban
del recién descubierto continente americano,
cargadas con nuevas simientes de
maíz,
patata,
tomate, etc., artículos que
se introdujeron y extendieron rápidamente. Los procedimientos y técnicas de
cultivo fueron evolucionando y transformando de
modo paulatino la
estructura agraria de los países.
Se invirtieron capitales,
se implantaron sistemas y cultivos
más rentables,
se eliminó el
barbecho improductivo,
se impuso la
rotación como sistema adecuado para ciertos terrenos y,
ya en el
siglo XIX, los progresos científicos y biológicos, el
empleo de abonos, la
selección de semillas, la mecanización, etc.,
se encargaron de
ir mejorando la
estructura y ordenando
racional y productivamente el
sector agrario. En la
actualidad, la a. engloba
una serie de ramas y especialidades
como la
agronomía, la
edafología, la
zootecnia, la
geología, la
mecánica agrícola, etc.,
cada una de las cuales estudia y
se esfuerza en
solventar los problemas de
su campo de
acción específico.
[sustantivo femenino]
Arte de
cultivar la
tierra.
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