Biblia [
bi-blia]
(Esta palabra proviene del latín biblĭa, y este del griego βιβλία, libros).
(Ver también papel biblia).
(del griego
ta Biblia, «los Libros»)
Conjunto de libros judíos y cristianos que
se cree revelado
por Dios. La
colección de escritos anteriores al
advenimiento de
Jesucristo, la
mayoría de los cuales
se conserva en
lengua hebrea,
se denomina
Antiguo Testamento; la de los cristianos,
Nuevo Testamento. El
primero narra la
creación del mundo y la
historia del pueblo de Israel
desde la
vocación del patriarca Abraham hasta la
sublevación de los Macabeos y
sus consecuencias; el
segundo refiere la
misión de
Jesús en la
Tierra y los primeros momentos de la
expansión del cristianismo.
No todas las biblias encierran el
mismo número de libros.
Se llama canon al
conjunto de escritos que las comunidades religiosas admiten
como inspirados. El
judío, relativo al
Antiguo Testamento, coincide
con el de las iglesias reformadas, y
acepta sólo 39 libros de los 47 recibidos
por los católicos. El
canon hebreo se designa
con la
palabra Tanak, acróstico de las letras iniciales de los vocablos
Torah, «Ley»,
Nebiím, «Profetas» y
Ketubim, «Escritos». La
Torah comprende el Pentateuco:
Génesis, Éxodo, Levitico, Números y
Deuteronomio. Los Nebiím
se dividen en
anteriores (Josué, Jueces, 1° y 2° de Samuel y 1° y 2
o de los Reyes) y
posteriores (Isaías, Jeremías, Ezequiel y los doce profetas menores). Los Ketubim abarcan Salmos, Proverbios, Job, las
Cinco Megillot o Volúmenes (Cantar de los Cantares, Rut, Lamentaciones,
Eclesiastés y Ester), Daniel, Esdras, Nehemías y 1° y 2
o de las Crónicas o
Paralipómenos. El
canon católico admite en el
Antiguo Testamento los siguientes libros, que distribuye en
tres series:
históricos, o sea
Génesis, Éxodo, Levitico, Números y
Deuteronomio (denominados
Pentateuco, «cinco estuches» o «estantes»), Josué, Jueces, Rut, 1° y 2
o de Samuel, 1
o y 2° de los Reyes (los cuatro llamados
antes l°-4° de los Reyes), 1
o y 2
o de las Crónicas o
Paralipómenos, 1
o de Esdras y 2° de Esdras (=Nehemías), Tobit (=Tobías), ’ Judit, Ester y 1° y 2
o de los Macabeos (que ocupan el
último lugar en
este canon);
didácticos, esto es, Job, Salmos, Proverbios,
Eclesiastés,
Cantar de los Cantares,
Sabiduría de Salomón y Eclesiástico;
proféticos, es
decir, Isaías, Jeremías,
con Baruc, Ezequiel, Daniel y los doce profetas menores (Oseas, Joel,
Amós,
Abdías, Jonás, Miqueas, Nahum, Habacuc, Sofonías,
Ageo, Zacarías y Malaquías). Los libros de esta
enumeración ascienden a 44,
lo cual se debe a que
se reúne
bajo un solo título —Jeremías
con Baruc— otros escritos distintos: las profecías de Jeremías, los Trenos o Lamentaciones
del mismo, el
libro de
Baruc y la
Carta de Jeremías.
Por lo tanto, los libros que la
iglesia católica reconoce
como inspirados en el
Antiguo Testamento son, en
realidad, 47. Los libros comunes a
ambos cánones
se llaman
protocanónicos; los restantes,
deuterocanónicos. El
canon del Nuevo Testamento, consistente en
una colección de 27 libros,
se establece de la
siguiente manera:
históricos, a saber:
Evangelio de Mateo,
Evangelio de Marcos,
Evangelio de Lucas (que forman el
grupo de Evangelios «sinópticos»),
Evangelio de Juan y Hechos de los Apóstoles;
didácticos, o sea las epístolas de
san Pablo, en
número de 14 (a los Romanos, dos a los Corintios, a los Gálatas, a los Efesios, a los Filipenses, a los Colosenses, dos a los Tesalonicenses, dos a Timoteo, a Tito, a Filemón y a los Hebreos), y las Epístolas católicas (una de Santiago, dos de Pedro,
tres de Juan y
una de Judas); y
profético o
Apocalipsis.
Este canon ha sido
reconocido por los católicos en
general desde el
concilio de Trento (1545-1563). Los protestantes, en el
siglo XVI, plantearon el
problema del canon. Lutero rechazó los deuterocanónicos
del Antiguo Testamento, la
Epístola a los Hebreos, la de Santiago, la de
Judas y el Apocalipsis; Zwinglio, el
Apocalipsis. Los calvinistas
no tomaron
ninguna decisión. En la
actualidad, los reformados suelen
incluir en
sus biblias todos los libros
del canon católico. En las iglesias orientales separadas
del catolicismo no hay
unanimidad,
pero se inclinan a
dudar de los deuterocanónicos.
Casi todo el
Antiguo Testamento se escribió en
hebreo. El
Nuevo Testamento se escribió en griego,
menos el
Evangelio de Mateo, que
se compuso en
arameo. La
versión griega
más importante del Antiguo Testamento es la
Alejandrina o de los Setenta; la latina
más notoria, debida a
san Jerónimo,
se denomina
Vulgata; las arameas, llamadas
Targum ([plural]
Targumim) se hicieron en
especial sobre el
Pentateuco, tales
como el
Targum de Ongelos, el
Targum de Pseudojonatán,
etcétera.
biblia [sustantivo femenino]
Conjunto de los libros
del Antiguo y
Nuevo Testamento.
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