Carlomagno [
car-lo-mag-no]
o
Carlos I el Grande (lat.,
Carolus Magnus) (742-814)
Rey de los francos (768-814) y
emperador de
Occidente (800-814);
hijo de
Pepino el
Breve, a
quien sucedió
con su hermano Carlomán II (m. 771). Renunció a la
política de
alianza francolombarda, inclinándose
por un estrecho entendimiento con el papado; consiguió someter a los lombardos (convirtiendo
su estado en
una especie de
virreinato franco),
rechazar a los musulmanes y
vencer a los sajones. En los últimos años
del siglo VIII apareció
como árbitro supremo del Occidente cristiano,
papel que
se acrecentó al
ser coronado emperador por León III, en la
navidad del 800. El
Imperio, institucionalizado
desde entonces, significó la
unidad de
una gran parte de Europa, en los aspectos
cultural y
religioso, y la
unidad de
Occidente bajo un jefe que ejerció el
poder temporal en
interés de la
república cristiana. C. comprendió que la evangelización
era el
único medio de
mantener las conquistas: el
cristianismo era para él
más que
nada un elemento de
orden y
estabilidad. Impulsó el desarrollo
cultural de
su Imperio, rodeándose de los
más destacados eruditos de
entonces (Alcuino, Paulo
Diácono, Eginardo, Teodulfo) y creando numerosas escuelas. C.,
gran personaje del Medievo,
se convirtió pronto en
una figura legendaria, que presidió
uno de los ciclos de los cantares de
gesta franceses.
Más información: